El viento jugó una mala pasada al Papa durante el ángelus de este domingo.
Un golpe de aire alzó el tapiz que pende de su ventana, y lo giró casi completamente, que quedó cubierto durante unos instantes.
El viento jugó una mala pasada al Papa durante el ángelus de este domingo.
Un golpe de aire alzó el tapiz que pende de su ventana, y lo giró casi completamente, que quedó cubierto durante unos instantes.