El jesuita Franz Jalics falleció en Hungría el 13 de febrero a los 93 años.
Saltó a la luz pública tras la elección del Papa, insinuando que durante la guerra sucia de la dictadura argentina de 1976, Francisco lo había abandonado en manos de los militares.
El Vaticano lo rechazó categóricamente.
P. FEDERICO LOMBARDI
Portavoz del Vaticano
15 de marzo, 2013
“Estas acusaciones no tenían fundamento, y no hay motivo tampoco ahora para dudar”.
También Adolfo Pérez Esquivel, nobel de la paz por su denuncia de los abusos de la dictadura militar, aclaró el papel de Jorge Mario Bergoglio.
ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL
Premio Nobel de la Paz
21 marzo, 2013
“El Papa no tuvo nada que ver con la dictadura, es decir, no fue cómplice de la dictadura. No, fue de los obispos que estuvo más en la avanzada de la defensa de los Derechos Humanos porque prefirió más una diplomacia silenciosa”.
Cuando era superior de los jesuitas en Argentina fueron arrestados y torturados durante medio año los jesuitas Franz Jalics y Orlando Yorio.
Cuando fueron liberados, lamentaron que Bergoglio no hubiera hecho más por ellos. Más adelante se reconciliaron con él.
Alguno leyeron esta historia como si Bergoglio hubiera colaborado con la dictadura. Pero no fue así.
El argentino Aldo Duzdevich investigó el pasado de Bergoglio y lo publicó en su libro “Salvados por Francisco”.
ALDO DUZDEVICH
Autor, “Salvados por Francisco”
“Cuando él fue electo en 2013 se tomó de un diario Argentino la calumnia de que Jorge Mario Bergoglio había sido colaborador de la dictadura militar. Y el libro demuestra absolutamente lo contrario.”
También el italiano Nello Scavo descubrió en “La Lista Bergoglio” que el futuro Papa no solo no colaboró con el régimen militar, sino que había ayudado a muchos perseguidos.
NELLO SCAVO
Autor “La Lista Bergoglio”
“Algunos sacerdotes y obispos en 2006 y 2007; 30 años después de la caída del gobierno militar, descubrieron lo que hacía Bergoglio y fueron a preguntarle por qué nunca ha dicho nada de esto. Él siempre ha preferido callar. Es difícil encontrar una explicación precisa. Una de las hipótesis que manejo es que Bergoglio, un poco por su psicología personal y de jesuita prefiere no volver a alimentar la polémica sobre aquella época, que es una época pasada, una época de dolor”.
Que escondiera a refugiados no quiere decir que consiguiera salvar a todos.
La historia de Franz Jalics y Orlando Yorio es un doloroso ejemplo que se consiguió aclarar con el tiempo.
Javier Romero
