En enero de 2021 el Vaticano ha aprobado oficialmente que las mujeres puedan ejercer los ministerios de Acolitado y Lectorado.
Para Pilar Río, profesora de Teología en la Universidad Pontificia de la Santa Croce, es un paso adelante, pero aún hay mucho que avanzar en el papel de la mujer en la Iglesia.
PILAR RÍO
Teóloga, Pontificia Universidad de la Santa Croce
“No se trata de un tratamiento de favor. No se trata de otorgarnos un número en el que podamos estar presentes, sino que esta presencia es una presencia que hunde sus raíces en un derecho. Y este derecho hunde sus raíces en la condición de bautizada. Y por tanto en un sacramento”.
A su juicio, el que las mujeres sean partícipes a pleno título de la misión de la Iglesia es una de las propuestas Vaticano II, que muestra a la Iglesia como “Pueblo de Dios”.
PILAR RÍO
Teóloga, Pontificia Universidad de la Santa Croce
“La doctrina eclesiológica del Concilio es muy clara. Se concentra, diría yo, en el Capítulo II de la Lumen Gentium. Pero es verdad que esta concepción, esta comprensión todavía no acaba de ser recibida completamente, en toda su integralidad por parte de la Iglesia en su conjunto”.
Pilar Río lo ha dicho durante un encuentro especial organizado por Rome Reports. También participó Silvia Rozas, directora de la revista ‘Ecclesia’. En su opinión, es preciso realizar cambios en la estructura.
SILVIA ROZAS
Directora, Revista “Ecclesia”
“A lo mejor el párroco no tiene que ser el gestor, sino que tiene que ser lo que es: un servidor. Líder, eso sí, pero no gestor. Es decir, hay ahí como unos conceptos que a lo mejor, en unos años, tenemos, porque la realidad está encima de la mesa. La realidad es que los sacerdotes ya no llegan: un sacerdote, una parroquia. Aquí en España hay sacerdotes que llevan, a lo mejor un sacerdote a lo mejor 20 parroquias”.
Silvia Rozas considera las mujeres pueden aportar mucho por ejemplo en la gestión de los casos de abusos.
SILVIA ROZAS
Directora, Revista “Ecclesia”
“A mi me parece que tenemos mucho que aportar. Que es aportar calidez, humanidad, escucha. Con la ley en la mano, es cierto, pero lo primero hay que escuchar”.
El clericalismo y el escaso número de mujeres que se forman en Teología son escollos que hay que superar con el tiempo.
JMB