Ya no quieren ser médicos, profesores o futbolistas. De mayores serán influencers, gamers o youtubers. La revolución digital ha cambiado las aspiraciones de la juventud y también su presente: ahora, para entrar en la adolescencia, es necesario también abrir un perfil en redes sociales.
Los padres son cada vez más conscientes de ello. Según un estudio de Empantallados.com y GAD3, el 85% de ellos piensa que lo que sus hijos buscan en las redes sociales es reconocimiento. También confirman que este objetivo les absorbe hasta el punto de que es difícil despegarlos de la pantalla. Por eso los expertos recomiendan establecer límites.
MARÍA JOSÉ ABAD
Empantallados.com
“Que hay unas normas de pantallas en casa, con unos tiempos de uso, con unos momentos de uso, que no sea solo para hijos, sino también para padres e hijos. Y que también reflexionemos en el 'para qué', para qué usamos la tecnología. No es lo mismo usar YouTube para navegar sin rumbo que para aprender una afición”.
María José Abad es una de las autoras del informe publicado. Se llama “El impacto de las pantallas en la vida familiar. Los adolescentes”. Detalla el problema de la convivencia familiar y el smartphone, que no solo afecta a los hijos, sino también a los padres.
MARÍA JOSÉ ABAD
Empantallados.com
“Es la primera vez que padres e hijos se enfrentan a ese mismo problema que es ese uso excesivo de las pantallas. Los padres están dirimiéndose en esa doble condición de usuarios y de padres, y si el ejemplo es importante en todas las facetas de la educación, aún más si cabe en este ámbito digital”.
Para contrastar los desajustes que el entorno digital pueda provocar en los hijos, los expertos proponen cultivar una sana autoestima y educar relaciones sociales verdaderas y en habilidades en las que la tecnología no ayuda. Por ejemplo, desarrollar el sentido crítico.
El estudio fue realizado con más de 600 padres con hijos menores de 18 años en España. Se dan cuenta de que la televisión ya no es la pantalla que manda en la casa sino el smartphone. Allí los contenidos se pueden consumir bajo demanda. El ordenador se usa para hacer los deberes y el tablet se asocia a los niños pequeños.
Javier Romero