Según el diario italiano “Il Messaggero”, los médicos han pedido al Papa que se ponga a dieta para perder 7 o 8 kilos.
Eso reducirá el riesgo de nuevos dolorosos ataques de ciática que en las últimas semanas le han obligado a cancelar importantes eventos.
Además, lógicamente, Francisco deberá seguir haciendo sesiones de fisioterapia.
El artículo explica que el Papa ha hecho recientemente varias pruebas médicas y que han descartado problemas más graves en la columna.
De hecho, Francisco está manteniendo su agenda normal de encuentros y reuniones, incluida la audiencia general de los miércoles.
Por eso, tiene previsto celebrar una misa en San Pedro este mismo martes.
JMB