SOR IMELDA
Siervas de María, Ministras de los Enfermos
“Somos religiosas enfermeras. Todas estudiamos la enfermería para tener la preparación necesaria para asistir al enfermo en todo aquello que tiene necesidad. Puede ser una enfermedad grave, una enfermedad contagiosa, y podemos administrar medicamentos intramúsculos y también por sueros”.
Son Siervas de María, Ministras de los Enfermos, una congregación fundada en España en 1851 por la Madre María Soledad Torres Acosta.
“Tenemos como costumbre hacer una visita a la familia a la casa del enfermo para ver en qué condiciones se encuentra, si el enfermo es muy grave, o la gravedad es de menor grado. La madre superiora es la que decide qué hermana puede ir a hacer la asistencia”.
La pandemia no ha frenado su dedicación constante a los enfermos de Roma.
La Madre Soledad nos dejó como lema la asistencia a los enfermos, la caridad y ver a Cristo en el enfermo. Entonces viendo la necesidad, no nos podíamos replegar en nosotras mismas. Y sí, con un poco de miedo, pero salimos. Salimos todas las noches a cuidar a nuestros enfermos.
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Siervas de María, Ministras de los Enfermos
Acabamos de ver a la señora Pina, que tiene 92 años. Es viuda. Tiene un hijo, pero tampoco está bien de salud, entonces no puede visitarla con frecuencia. Y desde hace un tiempo, le estamos siguiendo con la terapia, inyecciones al pie. Inyecciones porque al pie tiene la úlcera. Y a veces le duele bastante.
Recorren las calles de Roma entre el tráfico, y van de la casa de un enfermo a otro. No solo les llevan medicinas para el cuerpo. También para el alma.
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Siervas de María, Ministras de los Enfermos
Cuando le escuchamos y tratamos de comprender sus problemas y dificultades, su serenidad es aún mayor. Entonces muchas veces, no es necesario ni decir gracias. Una sonrisa o una mirada nos hace entender que esa noche la pasará bien.
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Siervas de María, Ministras de los Enfermos
Vamos a visitar a la señora Cecilia. Es una persona enferma desde hace 47 años. Pero en estos momentos se encuentra bastante bien.
Ésta es la particularidad del carisma, que lo realizamos a domicilio, buscando que el enfermo permanezca en su habitación, con sus cosas, con lo que siempre ha tenido, con lo que conoce, y como somos enfermeras, pues podemos brindarles los cuidados que necesita.
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Siervas de María, Ministras de los Enfermos
Después de que hemos hecho la noche, terminamos el turno, con un poquito de cansancio, pero regresamos contentas a casa porque hemos cumplido nuestra misión de Siervas de María. Y cuando llegamos a casa pues lo primero que hacemos es ir a la iglesia para celebrar juntas la eucaristía. Y juntas damos gracias a Dios por el carisma tan hermoso que nos regaló la Madre Soledad.
Y así, estas religiosas viven día tras día, entregadas en la atención a los enfermos y sus familias, para llevarles consuelo y demostrarles que no están solos.
CT
Traducción: Javier Romero