Hace más de 100 años esta sencilla habitación, del actual Colegio Internacional de los Frailes Menores Conventuales en Roma, marcó uno de los momentos más importantes de la vida de San Maximiliano Kolbe, durante su época de estudiante.
Aquí fundó la Milicia de la Inmaculada junto a otros 6 compañeros frailes.
RAFFAELE DI MURO
Franciscano Menor Conventual
“Estaban aquí, justo donde estoy sentado. La imagen de la Virgen de la Inmaculada en el centro, junto a dos velas. Los 7 estaban aquí alrededor”. “Fundan la Milicia de la Inmaculada en un momento muy difícil para la Iglesia, yo diría que para toda la humanidad, ya que estamos en medio de la Primera Guerra Mundial, un periodo dramático”.
Los retratos San Maximiliano Kolbe y sus compañeros resguardan la habitación en la que un 16 de octubre de 1917 materializaron sus deseos de ayudar a la Iglesia a través de la oración y la evangelización con la ayuda de la Virgen.
RAFFAELE DI MURO
Franciscano Menor Conventual
“Durante ese tiempo ocurre algo muy doloroso para Roma y para todos los católicos. Hubo continuos ataques de la masonería contra el Papa, contra la Iglesia. Ataques, no militares, pero sí continuas manifestaciones de protesta que llegaron hasta el Vaticano. El Papa se ve amenazado, la Iglesia se ve amenazada”.
Dentro de esta habitación se encuentra lo que se podría catalogar como un tesoro, una de las pocas reliquias corporales del santo franciscano.
RAFFAELE DI MURO
Franciscano Menor Conventual
“Son las reliquias de los cabellos de San Maximiliano y se pueden preguntar ¿cómo es posible que las tengamos?, ya que murió en Auschwitz y su cuerpo fue quemado. Resulta que antes un fraile le cortó el cabello y la larga barba que tenía y los conservó sabiendo de la santidad de San Maximiliano”.
Estás reliquias se conservan junto a un hábito franciscano que usó el fundador de la Milicia de la Inmaculada durante su paso por Roma.
Muchos consideran a San Maximiliano Kolbe uno de los héroes de Auschwitz, al llevar un mensaje de amor en medio de la tormenta, al intercambiar su vida por la de un padre de familia e ir directo a la muerte.
Daniel Díaz Vizzi