En el ángelus de este domingo el Papa recordó que la buena marcha del nuevo año no depende de la suerte. Para que todo vaya bien propuso, además de rezar, que cada uno dé lo mejor de sí mismo.
FRANCISCO
'No sabemos lo que nos espera en 2021, pero lo que cada uno y todos juntos podemos hacer es comprometernos un poco más en el cuidado de los demás y de la creación'.
Según el Papa, las cosas irán mejor si se trabaja todos juntos por el bien común, poniendo en el centro a los más débiles y desfavorecidos. Por eso, alertó de la tentación de preocuparse sólo de los propios intereses.
FRANCISCO
'En un país, no recuerdo cuál, para escapar del confinamiento y poder hacer unas buenas vacaciones, en una tarde salieron más de 40 aviones. Pero esas personas, que son buenas personas, ¿no pensaron en los que se quedaban en casa, en los problemas económicos de tanta gente que el confinamiento ha provocado, en los enfermos? Pensaron sólo a las vacaciones y a hacer lo que les gusta. Eso me apenó mucho'.
El Papa también reflexionó sobre el Evangelio de este domingo. Ahí Juan utiliza la expresión “el Verbo de Dios se hizo carne” porque Dios quiso participar de nuestra fragilidad.
FRANCISCO
“Dios se hizo carne para decirnos, para decirte, que te ama allí, que nos ama allí, en nuestras fragilidades, en tus fragilidades; allí, en eso que más nos avergüenza, de lo que sientes más vergüenza”.
Antes de marcharse el Papa envió una bendición especial a las familias que tienen hijos pequeños y a quienes esperan un hijo en estas semanas. Dijo que cada nacimiento es una promesa de esperanza.
JMB