Luego de 6 meses de estas trágicas imágenes, los católicos de Beirut se preparan para una Navidad en medio de las ruinas. El escenario ha cambiado muy poco.
Las parroquias de San Salvador y la de San Basilio están a pocos metros del puerto donde ocurrió la explosión. Su párroco sintió que en ese momento el reloj se detuvo, pero ha animado a su comunidad a estar unida y a celebrar la Navidad arraigados en la fe.
NICOLAS RIACHY
Sacerdote rito greco-católico en Beirut
“Hicimos este pesebre con parte de ruinas del trágico accidente en el Puerto de Beirut, el pasado 4 de agosto, para transmitir que en el corazón de la destrucción Jesús viene a nacer, en las ventanas y puertas rotas, Jesús viene a nacer, en los escombros y en las casas destruidas nace Jesús. Donde hay desolación, él trae esperanza”.
Sobre trozos de las ruinas que cayeron de techo del templo han colocado a María y José. Y mientras esperan el nacimiento del Niño Jesús, han encendido esta vela, como símbolo de esperanza por los que ya no están.
NICOLAS RIACHY
Sacerdote rito greco-católico en Beirut
“Donde hay oscuridad trae luz, donde hay tristeza trae alegría”.
Una Navidad que busca el milagro de sanar las almas de tantas personas, como un día el propio Jesús lo hizo en esas mismas tierras que luego de 6 meses de la tragedia continúan llorando y pidiendo socorro.
Daniel Díaz Vizzi