El 31 de agosto, los policías de frontera prohibieron al arzobispo de Minsk, Tadeusz Kondrusiewicz, regresar a Bielorrusia tras un viaje a Polonia.
Kondrusiewicz no se había pronunciado políticamente pero había defendido a manifestantes que pedían transparencia política tras la reelección del presidente Lukashenko, que lleva 26 años en el poder.
El Papa ha seguido de cerca la tensa situación.
FRANCISCO
16 de agosto de 2020
“Sigo con atención la situación postelectoral en este país y hago un llamamiento al diálogo, al rechazo de la violencia y al respeto de la justicia y el derecho”.
En septiembre, el ministro de Exterior de la Santa Sede, Paul Richard Gallagher, viajó a Bielorrusia para transmitir la cercanía del Papa a la Iglesia católica y a todo el país.
Fue decisiva esta reunión del 17 de diciembre del ex nuncio en Bielorrusia, Claudio Gugerotti, con Lukashenko. Allí le entregó una carta del Papa. Francisco expresaba su preocupación y le pedía que permitiera a Kondrusiewicz regresar a Bielorrusia antes de Navidad.
Por eso, el 22 de diciembre, las autoridades estatales anunciaron que ya nada impide que Kondrusiewicz regrese a Minsk. Allí celebrará la misa de Navidad.
CT