La misa de la noche del 24 de diciembre está especialmente marcada por la pandemia en todo el mundo.
La arquidiócesis de Ciudad de México se toma muy en serio la situación y ha prohibido misas presenciales desde el 19 de diciembre hasta el 10 de enero.
Lo cierto es que en muy pocos lugares podrá celebrarse a medianoche, para respetar el toque de queda.
El Vaticano ha adelantado la Misa del Gallo a las 7:30 de la tarde que los participantes puedan volver a sus casas antes de las 10 de la noche.
Lo mismo sucede en diócesis como en París, en Francia o Medellín en Colombia.
Además de terminar antes, limitarán la entrada de peregrinos y habrá coros reducidos para evitar contagios.
En Boston, Estados Unidos, para participar en misa es necesario registrarse en la web de la parroquia o por teléfono. Quienes no encuentren sitio o prefieran no salir podrán seguir las celebraciones desde casa.
La Navidad diferente se notará también en Belén, donde no han permitido el acceso de peregrinos extranjeros ni de otras ciudades de la zona. El Patriarca Latino de Jerusalén adelanta que serán unas ceremonias de “perfil bajo” y que el clima de fiesta se resentirá.
Un ambiente recogido, de alguna forma parecido también a la primera Navidad de la historia.
Javier Romero
