El protagonista de hoy no es ese presidente que ven en la foto... ni este otro... Se trata de la persona que está a su lado. Es Luciano Firmani, ascensorista en el Palacio Apostólico Vaticano.
Ahora está jubilado pero puede hacer una lista de personajes importantes con los que compartió ascensor: desde Fidel Castro hasta Putin, pasando por los Bush, Obama y Trump. Él era uno de los que les guiaba hasta la Biblioteca Apostólica donde les esperaba el Papa.
LUCIANO FIRMANI
“Trump era distinto de los demás. Era un poco... Se veía que su personalidad era (gesto). Estuve con los Bush, con Clinton, Obama... estos presidentes eran más cercanos, más sociables”.
Luciano entró a trabajar en el Vaticano en 1980 y, lógicamente, del que guarda mejores recuerdos es de Juan Pablo II. De su simpatía, su cercanía y también de sus enfados.
LUCIANO FIRMANI
“Cuando lo vi más enfadado fue en un sínodo. Un sínodo del que no recuerdo el tema. No entendía por qué no seguían su razonamiento. Recuerdo que tomó el ascensor y lo llevé arriba. Dentro estaban los que formaban el consejo del sínodo y él estaba tan enfadado que... era la primera vez que lo vi así”.
Luciano también recuerda cómo Juan Pablo II afrontó la dura enfermedad del Parkinson que le restó muchas energías para todo, salvo para una cosa.
LUCIANO FIRMANI
“Aceptaba la enfermedad aunque intentaba esconderla... pero ya nos dábamos cuenta de los síntomas. Hubo cambios. Se preparó la silla de ruedas para llevarlo de un lado a otro. Para ir a Misa en la basílica tomaba la primera galería, nos alcanzaba en la Capilla Paulina y adaptaron todo. Hubo que acostumbrarse a esto. Pero él tenía la fuerza para celebrar misa también en esas condiciones”.
También recuerda que Juan Pablo II siempre que se encontraba a empleados del Vaticano les preguntaba por su familia. De hecho, Luciano pudo asistir con sus parientes a la misa privada que el pontífice celebraba en su capilla de los apartamentos pontificios.
Luciano se retiró en el año 2019, tras casi 4 décadas de trabajo tras los muros vaticanos y tras poder ver de cerca a los últimos 4 papas.
Javier Romero
