El 13 de octubre esta joven cristiana de Pakistán, Arzoo Raja, fue secuestrada por su vecino Ali Azhar, de 44 años. La obligó a convertirse al Islam y a casarse con él.
A pesar de la denuncia de sus padres, al principio el Tribunal Superior de Sindh dio la razón al secuestrador. El juez pensaba que la joven tenía 18 años y que como mayor de edad había decidido convertirse al Islam y casarse con su vecino por voluntad propia. Cuando descubrieron el error la policía llevó a la joven a un refugio del gobierno, donde vive desde entonces.
NAVEED WALTER
Presidente de Human Rights Focus Pakistan
“En ese lugar les lavan el cerebro. En la mayor parte de los casos, cuando las jóvenes entran en este refugio para mujeres, terminarán estando de parte de su agresor, de su secuestrador”.
Es lo que podría estar pasando a Arzoo Raja. Su familia piensa que el fallo erróneo del tribunal fue causado por su propia hija.
NAVEED WALTER
Presidente de Human Rights Focus Pakistan
“La madre de Arzoo Raja y su abogado se dieron cuenta de que la joven había sido drogada antes de comparecer”.
Este vídeo muestra cómo la madre de Arzoo rogaba a su hija que volviera a casa a la salida del tribunal.
Ahora la justicia paquistana ha dictaminado que la joven no pueda volver a casa hasta que cumpla 18 años.
Naveed Walter explica que es el típico caso en Pakistán, donde la víctima suele ser una joven adolescente de una religión minoritaria.
NAVEED WALTER
Presidente de Human Rights Focus Pakistan
“Esta situación es desalentadora para otras niñas y otras familias que intentan tomar medidas contra los secuestradores. Lamentablemente hay muchas niñas secuestradas y muchas familias que guardan silencio. Prefieren no crearse problemas”.
Las familias no suelen disponer de recursos necesarios para afrontar un proceso contra los secuestradores. Por eso, organizaciones como Human Rights Focus Pakistan han entrado en acción. Su presidente explica que cuentan con 100 voluntarios que trabajan en la resolución de casos legales en Pakistán relacionados con los derechos básicos y libertad religiosa.
CT
Traducción: Javier Romero
