Tras la misa por la Jornada Mundial de los Pobres, Francisco se asomó a la ventana de los apartamentos pontificios para rezar el ángelus junto a los peregrinos que había en la plaza.
FRANCISCO
Debemos hacer el bien, salir de nosotros mismos y mirar, mirar a quienes más lo necesitan. Hay mucha hambre, también en el corazón de nuestras ciudades, y muchas veces entramos en esa lógica de la indiferencia: el pobre está allí, y miramos a otro lado.
Al final pidió oraciones por algunos países que están atravesando calamidades. En primer lugar habló de Filipinas, que como cada año afronta la dura época de los tifones. El más reciente provocó graves inundaciones y decenas de muertos.
FRANCISCO
Expreso mi solidaridad a las familias más pobres y expuestas a estas calamidades, y mi apoyo a cuantos trabajan por ayudarles.
También pidió oraciones por Costa de Marfil, cuya Jornada Nacional por la Paz se celebró entre graves disturbios, y por Rumanía. Allí un incendio en un centro COVID se cobró la vida de varias personas.
Javier Romero