El Vaticano quiere que el pesebre y el árbol de Navidad de este año sean un “signo de esperanza” contra el COVID-19.
El árbol viene de Eslovenia y es uno abeto rojo de 28 metros de altura. El país lo envía para celebrar los 30 años desde su independencia.
Procede de una región especialmente cuidadosa con el medio ambiente, donde sus bosques ocupan el 90% del territorio.
En Eslovenia, además, está el que se considera el abeto más alto de Europa, el “Sgermova smreka”, que mide 61.80 metros y tiene 300 años.
El pesebre monumental de la plaza es italiano y viene de la provincia de Téramo, famosa desde el siglo XVI por sus esculturas en cerámica.
Las figuras son de tamaño mayor que el natural. Se trata de una obra hecha hace unos 50 años por alumnos y profesores de un colegio artístico.
Las figuras están inspiradas en el arte antiguo de sumerios y griegos. Tienen una forma cilíndrica porque están formadas por anillos superpuestos.
La inauguración del árbol y el pesebre será el 11 de diciembre a las 4.30 de la tarde. Si las medidas de seguridad lo permiten, por la mañana el Papa se reunirá con delegaciones de autoridades y artistas involucrados en el proyecto.
Javier Romero