Torniquetes para medir la temperatura, dispensadores de gel desinfectante y mascarilla. Estos son los pasos que deben seguir los estudiantes de la Universidad Gregoriana en Roma, en un nuevo año marcado por la “nueva normalidad”.
El Padre Lino Dan, vicerrector administrativo, explica que han iniciado sus actividades académicas con todas las medidas de seguridad ante la pandemia. Y aunque la primera semana será en linea, ya están preparados para recibir a los alumnos en el campus.
P. LINO DAN, SJ
Vicerrector administrativo, Pontificia Universidad Gregoriana
“La universidad está intentando ofrecer ayuda a los estudiantes, para que puedan vivir mejor estos momentos, pero sobre todo proporcionando un entorno con las medidas sanitarias más cuidadosas posibles para que no tener problemas con el virus”.
Todos los pasillos se encuentran marcados a fin de garantizar un mejor desplazamiento y cuidar las distancias interpersonales, incluso en la cafetería.
La capacidad de todas las aulas ha sido reducida a la mitad. Los asientos que pueden ser utilizados están marcados con puntos verdes, y los que no con puntos rojos.
Los profesores cuentan con una serie de instrumentos para facilitar la enseñanza. Entre ellos, han puesto en marcha un software para que todos los alumnos continúen con su formación.
P. LINO DAN, SJ
Vicerrector administrativo, Pontificia Universidad Gregoriana
“Nuestro deseo es que todos puedan seguir las clases ya sea presencialmente o a distancia. Consideramos que la universidad tiene una gran internacionalidad. El año pasado se calculaban 116 naciones. Entendemos que muchos de ellos no puedan estar presentes y por eso tenemos una modalidad de clases presenciales y otra online para los que no puedan estar presentes”.
Esta doble modalidad ha significado un verdadero desafío para muchos docentes y alumnos, pero las ganas de continuar adelante son mayores ante las dificultades.
Daniel Díaz Vizzi