El Vaticano forma parte de los Estados que aceptan ser examinados por un Comité de Expertos del Consejo de Europa, para saber si su sistema financiero es transparente. Comúnmente se le llama Moneyval y la Santa Sede quiso someterse a esta revisión desde el pontificado de Benedicto XVI.
El Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, explicó que por ese motivo una delegación viaja a Roma con cierta frecuencia, para realizar controles.
CARD. PIETRO PAROLIN
Secretario de Estado del Vaticano
“Esto es lo que el Papa quiere. Transparencia, linearidad, compromiso para un manejo correcto, según las necesidades dela Iglesia, y para los pobres, del dinero que los fieles ofrecen a la Iglesia”.
Durante su visita a las instituciones vaticanas, el comité revisor se reunió también con el Papa Francisco.
“Hemos mantenido muchos encuentros. En ellos, la delegación del Vaticano ha tratado de comunicar los esfuerzos de esta jurisdicción particular”.
El Papa recordó algunos de los últimos pasos dados por la Santa Sede para fomentar una gestión transparente. Por ejemplo, la ley que prohíbe que las obras públicas del Vaticano se otorguen a parientes cercanos o a empresas que tengan cuentas en paraísos fiscales.
También volvió a pedir un orden mundial más centrado en la persona y no en la economía.
FRANCISCO
“Esta es una forma de idolatría ante la que estamos llamados a reaccionar, volviendo a proponer el orden racional de las cosas que reconduce al bien común, según el cual el dinero debe servir y no gobernar”.
En la última revisión, Moneyval dijo al Vaticano que le sorprendía que los mecanismos de control interno no llevaran a ningún proceso en sus tribunales.
Desde entonces, la Santa Sede está empleando más recursos en investigar operaciones financieras sospechosas, como está sucediendo en la actualidad en relación al uso de fondos reservados de la Secretaría de Estado.