El Vaticano pide aclarar el equívoco cultural a la raíz de la eutanasia y el suicidio asistido, o sea, el concepto de “muerte digna”, y el de supuesta “compasión”.
Lo hace en este nuevo documento titulado “El Buen Samaritano” y publicado por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
CARD. LUIS LADARIA
Prefecto, Congregación para la Doctrina de la Fe
“Una compasión que no va acompañada de la verdad, del respeto a la vida humana en todas las fases de su existencia, es una compasión que no es justa, que no es recta, que no está de acuerdo con criterios sanos”.
MONS. GIACOMO MORANDI
Secretario, Congregación para la Doctrina de la Fe
“ Creo que si sólo se presentan situaciones emotivas, aunque sean importantes, no podemos desenredar la madeja. Muchas veces detrás de la expresión “tener compasión” se transmite una idea que tiende a no destacar la verdad de las cosas”.
ADRIANO PESSINA
Pontificia Accademia per la Vita
“La calidad de vida ha pasado de ser un modelo hacia el que tender, a un criterio de discriminación antropológica. Y este criterio en realidad sólo describe una 'cantidad' de funciones, la plena posesión de capacidades físicas y psíquicas, y acaba condenando a quienes no las tienen, por enfermedad o por discapacidad grave”.
GABRIELLA GAMBINO
Subsecretaria, Dicasterio Laicos, Familia y Vida
“En la enfermedad, el paciente necesita desesperadamente ayuda para captar y asumir el sentido de ese enorme sufrimiento, superando la mera razón y los sentimientos humanos, en una perspectiva capaz de reunir toda la dimensión espiritual y trascendente de la persona”.
El texto es muy positivo: recuerda que todo acto médico debe estar dirigido a curar, y en ningún caso a matar al paciente; que la persona no pierde su dignidad cuando pierde la salud; y propone apostar por las curas paliativas.
Por otro lado, responde a problemas prácticos de los capellanes de hospitales.
Por ejemplo, recuerda que la confesión es válida cuando uno se arrepiente de sus pecados; por eso, no es correcto administrarla a quien pretende recibir la eutanasia o el suicidio asistido.
Pide a los sacerdotes que aseguren la atención espiritual a los pacientes que han solicitado la eutanasia, pero que no presencien el momento final, pues puede significar que se apoya esa decisión.
Y dice que naturalmente si un hospital “católico” practica la eutanasia, deja de ser católico.
++CONSULTAR AQUÍ EL TEXTO COMPLETO DEL DOCUMENTO.
Javier Martínez-Brocal
