Tímidamente se va estrechando el afecto entre peregrinos y Papa en las audiencias generales en tiempos de pandemia.
Francisco firmó libros... bendijo anillos... dio consejos a recién casados. Hasta fue nombrado abuelo por esta joven.
“Santo Padre. Me han enseñado que somos hijos de Dios, ¿verdad? Hijos adoptivos.
Pues yo le digo al Señor que yo quiero que usted sea mi abuelo adoptivo, porque no tengo abuelos en la tierra. ¿Qué le parece ser mi abuelo adoptivo?”.
Durante la audiencia el Papa dijo que las personas están llamadas a cuidar del mundo, no a explotarlo. Para evitar que las personas se conviertan en depredadoras, aconsejó fomentar una actitud contemplativa.
FRANCISCO
“Mirar la Tierra, contemplar la naturaleza como un don, no como algo de lo que puedo aprovecharme. FLASH. Este es el núcleo del problema. Hay que ir más allá de la utilidad de las cosas. Contemplar la belleza no quiere decir explotarla. No. Contemplarla”.
El Papa dijo que a menudo, quienes menos respetan el medio ambiente también respetan poco a las personas.
FRANCISCO
“Hay una cosa que no debemos olvidar. Quien no sabe contemplar la naturaleza no sabe contemplar la riqueza de las personas. Quien vive explotando la naturaleza termina explotando a las personas y a tratarlas como esclavas. Esta es una ley universal”.
Al terminar, Francisco recordó a don Roberto Malgesini, un sacerdote italiano recientemente asesinado por un desequilibrado al que estaba ayudando, y todos en el Cortile de San Damaso, rezaron juntos por él.
Javier Romero