El Papa dedicó al perdón y a la reconciliación el ángelus de este domingo.
FRANCISCO
“¡Cuánto sufrimiento, cuántas lágrimas, cuántas guerras podrían evitarse, si el perdón y la misericordia fueran el camino de nuestra vida! Cuántas familias desunidas que no saben perdonarse a sí mismas, cuántos hermanos y hermanas que tienen este rencor dentro”.
Francisco comparó el rencor a una mosca molesta en un día de calor. Y propuso pensar a largo plazo y reconciliarse siempre lo antes posible.
FRANCISCO
“Me ha llamado la atención una frase de la primera lectura del libro del Sirácide. La frase dice: 'Recuerda el final y deja de odiar'. ¡Bonita frase! ¡Piensa en el final! Recuerda que estarás en un ataúd... ¿y te llevarás allí el odio?”
Antes de marcharse, el Papa recordó a los refugiados que no tienen a dónde ir en Grecia, tras el incendio en el campo de Moria que él mismo visitó en 2016.
También se refirió a las protestas que hay en varios países del mundo, - una referencia no explícita a las manifestaciones por la democracia en Bielorrusia.
FRANCISCO
“Hago un llamamiento a quienes tienen responsabilidades públicas y de gobierno para que escuchen la voz de sus conciudadanos y satisfagan sus justas aspiraciones, garantizando el pleno respeto de los derechos humanos y las libertades civiles”.
El Papa recordó que el modo más cristiano de resolver los problemas es siempre promover el diálogo y la reconciliación.
Su último saludo fue para estos ciclistas enfermos de Parkinson, que han viajado desde Pavía a Roma en bicicleta.
JMB