Entre esta imagen... y esta han pasado 6 meses y una pandemia.
Con todas las cautelas, Francisco no escondió su alegría por este paso hacia la normalidad.
FRANCISCO
Retomamos nuestros encuentros cara a cara y no pantalla con pantalla. Cara a cara. Y esto es bonito.
El Papa mantuvo las distancias y el aforo del encuentro fue mucho más limitado del habitual, sólo 500 personas en lugar de 6.000.
“Fue mágico. La gente estaba enloquecida. Realmente le trae una paz poderlo ver tan cerca. Nos midieron la temperatura y como no había muchísima gente porque me imagino que el aforo era restringido hubo comodidad, todos sentados. Lo pudimos ver muy de cerca”.
“Estuvimos de casualidad. Habíamos reservado para los Museos Vaticanos, pero antes nos dimos una vuelta por San Pedro. Vimos que se podía entrar y que nos daba tiempo. Fue precioso y emocionante”.
Aunque las audiencias generales se hayan retomado, Italia está lejos de la normalidad. Sus calles siguen estando más vacías que de costumbre, aunque tiene sus ventajas.
“Roma está desierta por lo que es un placer hacer turismo ahora. Hablé con comerciantes y se quejan porque hay poca gente. Falta el gran turismo extranjero, pero... lo aprovechamos nosotros. Así podemos disfrutar de nuestro país”.
En 2020 el coronavirus ha impedido al Papa realizar viajes internacionales y por el momento sus únicos encuentros con la gente serán las audiencias de los miércoles y los ángelus del domingo.
Javier Romero