Se trata de cuatro hermanos enfermeros italianos que tras el peor momento de la pandemia llevaron al papa dos regalos: sus ropas de trabajo y “la caja de las lágrimas”.
RAFFAELE MAUTONE
Enfermero
“Recogimos cartas de pacientes y operadores sanitarios que cuentan cómo vivieron la pandemia. Estas representan las lágrimas. La ropa de enfermero representa el sudor, el amor hacia la vida que debe ser más contagioso que el virus. Escribimos al papa para pedirle una audiencia y llevarle esto y a los pocos meses nos respondieron que estarían encantados de recibirnos”.
MARIA MAUTONE
Enfermera
“El papa expresó su cercanía a enfermeros y demás operadores sanitarios, que entiende nuestros sufrimientos, que reza por nosotros pero que debemos rezar por él también. Dijo ser consciente de que los enfermeros son quienes tienen la comunicación más directa con el paciente y que a menudo se convierten en mediadores”.
Los hermanos dicen que este gesto del Papa de recibirles es un símbolo. Significa que el pontífice está no solo con los enfermeros, sino con todos los operadores sanitarios que se sacrifican en momentos difíciles como este.
VALERIO MAUTONE
Enfermero
“Fue un encuentro muy emocionante. Durante toda la pandemia sentimos la presencia del Papa, que Dios estaba con nosotros. Los mensajes del Papa nos hacían sentir su cercanía. Nos hemos encontrado con el Francisco que se ve en la televisión. Una persona sencilla que nos trató con afecto y que ha visto cómo esto nos emocionaba”.
Valerio fue uno de los operadores sanitarios que se ofreció como voluntario para trabajar con pacientes con coronavirus.
VALERIO MAUTONE
Enfermero
“Los primeros días fueron difíciles desde el punto de vista profesional. Pero después nos dimos cuenta de que desde un punto de vista psicológico y emotivo era mucho más difícil acoger pacientes que dos días antes estaban bien de salud. No se les pasaba por la cabeza la idea de la muerte y de repente nos encontramos con que tenemos que decirles: dentro de poco te entubaremos. Llama a tu mujer y a tus hijos y despídete de ellos. Lo hacían llorando y por desgracia muchos de ellos no lo consiguieron y no volvieron a despertar”.
Aunque la situación en Italia ha mejorado notablemente, estos enfermeros tuvieron que trabajar cuando su país era el número uno en víctimas mortales por el coronavirus, incluso por encima de China, a nivel oficial.
Javier Romero/Christian Campos