El panorama desértico de unos meses atrás va cambiado poco a poco. Los turistas vuelven a Roma y al Vaticano, aunque sin poder participar presencialmente en los eventos del Papa.
ALEJANDRA GARCÍA
Turista
“Obviamente uno tiene la intención, ahora con mi bebé, de venir a una Misa o una bendición del Papa. Y que sea todo telemático es un poco extraño pero al mismo tiempo se agradece”.
Alejandra viajó desde España al Vaticano con su bebé de cinco meses para dar gracias por su nacimiento y el buen estado de salud de la pequeña.
ALEJANDRA GARCÍA
Turista
“Mi bebé nació a tres días después del estado de alarma. Yo me empecé a sentir en trabajo de parto justo el día que decretaron el estado de alarma. Afortunadamente todo salió bien y creo que estas cosas que pasan, por ejemplo, el nacimiento de un bebé te recuerda que, aunque todo parezca estar mal, siempre hay una luz en el camino”.
En medio de la nueva normalidad hay quienes no dejan de impresionarse al ver al Vaticano con menos turistas de lo habitual.
CARMELA MONSALVE
Turista
“Extraño, es extraño. Yo las otras veces que he venido ha estado toda la plaza tan abarrotada que no podías moverte prácticamente y verlo ahora así vacío también da un poco de tristeza. Es ver como si el mundo se hubiera parado. Pero vamos a disfrutarlo y a hacer todas las fotos que queramos sin que nadie nos moleste”.
Carmela es enfermera. Le apasiona servir a los demás. Ella, como muchos otros profesionales de la salud, lleva consigo las heridas de una guerrera que ha estado en primera línea de batalla contra el COVID19. Recuerda conmovida uno de los casos.
CARMELA MONSALVE
Turista
“En un principio me dijeron que ese paciente estaba estable y que teníamos que ver cómo evolucionaba y de la nada, poco a poco, vimos cómo sus constantes vitales iban descendiendo. Lo único que pude hacer es agarrarle la mano y decirle que podía descansar y a los tres minutos falleció”.
Una vivencia que ha marcado su vida, pero que también le ha enseñado a dar lo mejor de sí misma cuando más se necesita. Por eso, un viaje a Roma como este es un merecido descanso en medio de la tempestad que, como enfermera, le ha tocado vivir en estos difíciles meses.
Daniel Díaz Vizzi