El Papa invita a liberar la devoción mariana “de superestructuras, poderes o condicionamientos que no respondan a los criterios evangélicos de justicia, libertad, honestidad y solidaridad”.
Lo ha escrito en un mensaje dirigido a un encuentro que tendrá lugar en septiembre sobre religiosidad y criminalidad.
Francisco se refiere a un fenómeno que por desgracia sigue sucediendo en Italia. Aquí incluso utilizaron la música de la conocida película “El Padrino”.
Lo llaman el “inchino al boss”, inclinarse ante el jefe, y es la utilización de las procesiones en honor a la Virgen o santos patronos de una localidad para rendir pleitesía a un mafioso.
Se conduce la procesión delante de casa del criminal y allí se hace una reverencia con el paso o se detiene por unos instantes. Se trata además un acto intimidatorio con el que el mafioso o el clan quieren mostrar el dominio de un territorio.
Por eso Francisco en este mensaje pide a las comunidades locales que conserven el verdadero sentido de las celebraciones patronales.
El Papa siempre se ha pronunciado fuertemente contra la mafia. Asegura que los mafiosos están excomulgados y les ha pedido que se arrepientan a tiempo o terminarán en el infierno. Recuerda que no se puede creer en Dios y ser mafioso.