Cinco años del viaje del Papa a Ecuador: 48 horas y 2 ciudades

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15/08/2020
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En julio de 2015 Francisco regresó 8 días a Latinoamérica y visitó tres países: Ecuador, Bolivia y Paraguay. Ya desde que partió se le veía muy contento. 

FRANCISCO
“Les agradezco vuestro trabajo. Es un trabajo muy intenso”.

El vuelo duró trece horas, y llegó a Quito a primera hora de la tarde. En el aeropuerto le esperaba mucho viento y la primera sorpresa.

Eran estos niños vestidos con trajes de cada uno de los pueblos del país.

RAFAEL CORREA
Expresidente de Ecuador
“Los argentinos, muy orgullosos dicen, que el Papa es argentino. Mi querida amiga Dilma Rousseff, presidenta de Brasil dice: Bueno, el papa será argentino, pero Dios es brasileño. Por supuesto que el papa es argentino, probablemente Dios es brasileño, pero de seguro el paraíso es ecuatoriano. Bienvenido, su santidad”.

Allí conoció a los 40 niños del coro “Manos blancas”. Son no oyentes y cantan mediante lenguaje gestual. 

En su viaje el Papa visitó también Guayaquil. A esta misa multitudinaria asistieron peregrinos de Ecuador, Perú, Argentina, Colombia y hasta de Puerto Rico.

FRANCISCO
“La familia es el hospital más cercano, cuando uno está enfermo lo cuidan ahí mientras se puede. La familia es la primera escuela de los niños, el grupo de referencia imprescindible para los jóvenes, el mejor asilo para los ancianos. La familia constituye la gran «riqueza social», que otras instituciones no pueden sustituir, que debe ser ayudada y potenciada”.

En Quito visitó la Pontificia Universidad Católica de Ecuador y dijo a los jóvenes que no deben creerse superiores por estudiar un grado universitario.

FRANCISCO
“No son sinónimos. Cómo ayudamos a identificar esta preparación como signo de mayor responsabilidad frente a los problemas de hoy en día”.

En Quito también celebró una gran misa, con ornamentos tejidos por manos indígenas. 

En su homilía, habló del desafío de evangelizar en un mundo dominado por la división y la frialdad.

FRANCISCO
“Precisamente, a este mundo desafiante, Jesús nos envía, y nuestra respuesta no es hacernos los distraídos”.

El Papa estuvo también en una residencia de ancianos que cuidan las Misioneras de la Caridad, la orden de la Madre Teresa. 

FRANCISCO
“¿Esto es para mí? ¡Me voy a empachar!”

Al Papa le conmovió que cientos de miles de ecuatorianos le esperaban siempre por las calles para verle pasar unos instantes. 

Como en su visita al Santuario de la Virgen de El Quinche.

FRANCISCO
“En estos dos días, 48 horas que estuve en contacto con ustedes noté que había algo raro, perdón, algo raro en el pueblo ecuatoriano. Todos los lugares donde voy siempre el recibimiento es alegre, contento, cordial, religioso, piadoso, en todos lados”.
“Todo esto de riqueza que tienen ustedes, de riqueza espiritual, de piedad vienen de haber tenido la valentía, porque fueron momentos muy difíciles, la valentía de consagrar la nación al Corazón de Cristo”.

Desde ese santuario, Francisco se desplazó hacia el aeropuerto donde lo esperaba el presidente que lo despidió en nombre de todo el país, después de estos dos días inolvidables.

Javier Martínez-Brocal

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