La crisis en Nicaragua llevaba poco tiempo en curso cuando el cardenal Leopoldo Brenes, desde Roma, definía así la situación.
CARD. LEOPOLDO BRENES
Arzobispo de Managua, Nicaragua
Junio 2018
“Lo habíamos visto en las dos guerras que hemos tenido donde han muerto más de 50.000 personas pero había personas armadas. Un grupo armado contra otro grupo armado. Pero en este caso no. Ha sido contra personas que iban caminando por la calle sin arma o alguien detrás de una barricada, quizá con un mortero... Entonces esto es mucho más duro que una guerra”.
Era junio de 2018. Las protestas y el malestar ciudadano habían comenzado en el mes de abril. El gobierno de Daniel Ortega respondió a la contestación popular con una fuerza desmesurada. Los obispos tuvieron que salir así a las calles, Custodia en mano, para proteger a los civiles.
Desde entonces, la situación no ha mejorado. Incluso los sacerdotes, del lado del pueblo, también han sido agredidos.
El último golpe ha sido este. Hace unos días, la catedral de Managua, la capilla de la Sangre de Cristo, fue atacada con un cocktail molotov que la ha dejado en este estado.
“¿Por qué lo hicieron así, Señor?”
Los obispos de Nicaragua definen el ataque como un acto de sacrílego y de intolerancia y el cardenal Brenes lo llama “acto terrorista”. El gobierno asegura que el incendio lo provocaron las velas que colocan los fieles entorno a la figura del Cristo.
Incluso el Papa, muy pendiente de la situación de Nicaragua a través de canales oficiales como el Nuncio y de otros oficiosos, condenó el ataque.
FRANCISCO
02 de agosto 2020
“Queridos hermanos y hermanas, pienso en el pueblo de Nicaragua que sufre por el atentado a la Catedral de Managua, donde ha sido muy dañada - casi destruida - la imagen tan venerada de Cristo, que ha acompañado y sostenido durante siglos la vida del pueblo fiel. Queridos hermanos nicaragüenses, estoy cerca de vosotros y rezo por vosotros”.
El Departamento de Estado de Estados Unidos en su último informe sobre Libertad Religiosa señala que el Gobierno de Daniel Ortega mantiene “una retórica de odio contra la Iglesia católica”. Según este estudio, el régimen sandinista “incita el acoso, intimidación y ataques físicos contra el clero católico, los fieles y los lugares de culto”.
AC