En el vademécum sobre los abusos hay imperfecciones que serán mejoradas. Lo señala Jordi Bertomeu, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien en 2018 fue enviado junto a monseñor Charles Scicluna a Chile para investigar el escándalo de los abusos sexuales en la Iglesia. Su trabajo empujó al Papa a impulsar un cambio de marcha en la lucha contra este drama.
Durante un encuentro virtual organizado por el Centro de Protección de Menores de México señaló que en el documento actual hay algunas lagunas. Por ejemplo, no se dice que la víctima debe ser informada de si se han tomado medidas cautelares contra el sacerdote denunciado, lo que genera malestar. También considera que hay algunas afirmaciones demasiado “genéricas” como que un obispo denuncie al sacerdote a las autoridades “cada vez que lo considere indispensable”.
Bertomeu también expuso la urgente necesidad de expertos en derecho penal y procesal canónico.
En el encuentro virtual participaron representantes de diócesis de toda América Latina. Entre los ponentes estaban monseñor Charles Scicluna, secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y Hans Zollner, presidente del Centro para la Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana.
El vademécum fue publicado el 16 de julio. Es una herramienta de ayuda a los obispos, para que sepan cómo cumplir las nuevas leyes contra el abuso sexual en la Iglesia y hagan justicia en sus diócesis. Estas leyes fueron consecuencia del congreso mundial sobre la protección de menores de febrero de 2019.