La pandemia ha bloqueado los viajes papales cuando en julio se cumplen 7 años del primero: a Brasil, para la JMJ.
La expectación fue enorme desde el primer momento y nadie perdió de vista detalles como este: que Franciso subió a un coche sin blindaje, un sencillo Fiat Idea gris.
En Río de Janeiro Francisco conquistó por sus mensajes, llenos de energía y sus gestos, llenos de cariño.
FRANCISCO
Pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga fuera, quiero que la Iglesia salga a la calle”.
FRANCISCO
Queridos jóvenes, por favor, ¡no balconeen la vida, métanse en ella!
Francisco se reunió con indígenas del Amazonia, sobre el que años después organizaría un Sínodo. También visitó las favelas, un lugar perfecto para denunciar ante el mundo la cultura del descarte.
FRANCISCO
“Nunca se desanimen, no pierdan la confianza”
Ahí se pudo ver al Francisco cercano y dinámico pero también al Papa profundo y piadoso que reza con recogimiento y fervor en Aparecida.
Fue un viaje que sentó nuevas dinámicas y confirmó las expectativas deseadas por Benedicto XVI, que había renunciado al Papado pocos meses antes: que una persona con más energía tomase el relevo para cargar con la dulce pero pesada carga de la Iglesia.
Javier Romero