El genial compositor ganador de dos Óscar, Ennio Morricone, falleció durante el amanecer del 6 de julio en un hospital de Roma. Tenía 91 años y hacía pocos días se había roto el fémur. Su abogado señala que recibió el “consuelo de la fe” y que estuvo acompañado por su familia.
Uno de sus últimos trabajos fue “Misa del Papa Francisco”. Se la dedicó al pontífice y la presentó durante el 200 aniversario de la restauración de la Compañía de Jesús, en la iglesia del “Gesù” de Roma.
El compositor italiano fue uno de los grandes del cine del siglo XX. Bandas sonoras como “La Misión” o “El bueno, el feo y el malo” se han grabado en la memoria colectiva de generaciones enteras, también de las nuevas.
Durante la cuarentena jóvenes como Jacopo tocaron sus canciones más conocidas desde el balcón de su casa. El virus hizo sentir a todo el país su vulnerabilidad y las canciones de Morricone recordaron que hay vecinos que pueden llegar a lo más alto, como hizo el compositor italiano, conquistando Hollywood.
Javier Romero