La fiesta de los santos Pedro y Pablo en el Vaticano comenzó con esta oración en solitario del Papa ante el lugar de la tumba del príncipe de los apóstoles.
El Papa celebró la misa ante menos de 100 peregrinos, que por supuesto mantuvieron las distancias de seguridad.
Francisco lamentó que no había podido asistir tampoco el representante del líder de la Iglesia ortodoxa, el Patriarca de Constantinopla, como es habitual en este día.
En esta ceremonia es tradicional que el Papa bendiga los palios de los 54 arzobispos metropolitanos que ha nombrado a lo largo del último año.
Les representó Giovanni Battista Re, que también recibió el palio por ser nuevo decano del Colegio de Cardenales.
Agradeció a Francisco que durante el tiempo del confinamiento realizara tantas celebraciones en streaming. Dijo que eso permitió a muchos sentirse acompañados por la Iglesia.
CARD. GIOVANNI BATTISTA RE
“Quería agradecer a Su Santidad el apoyo, la fuerza, el consuelo que en este período difícil usted ha dado a muchas personas en el mundo”.
Después de bendecir los palios,…
…el Papa tuvo una homilía en la que reflexionó sobre los santos Pedro y Pablo.
Recordó que eran muy distintos pero que estaban unidos. Dijo que esa unidad nace cuando se reza y puso como ejemplo a la primera comunidad cristiana que no murmuró contra San Pedro.
FRANCISCO
Y nosotros hoy podemos preguntarnos: ¿Protegemos nuestra unidad con la oración, nuestra unidad de la Iglesia? ¿Rezamos los unos por los otros? ¿Qué pasaría si se rezase más y se murmurase menos, si tuviéramos la lengua más tranquila?
Francisco dijo que rezar da esperanza y ánimo para resistir sin pesimismos o quejas estériles. De nuevo recordó el ejemplo de la primera comunidad cristiana ante la persecución de Herodes.
FRANCISCO
Ninguno insulta a Herodes, y nosotros estamos muy acostumbrados a insultar a los responsables. Es inútil y también aburrido, que los cristianos desperdicien tiempo quejándose del mundo, la sociedad, de lo mal que van las cosas. ‘Pero es que este gobernante es...’ y los calificativos son muchos, no los diré, porque este no es ni el momento ni el lugar para decir lo que se escucha contra los gobernantes. Que los juzgue Dios, pero recemos por los gobernantes. Recemos. Porque lo necesitan.
El Vaticano está siguiendo las normas de prevención que se aplican en Italia.
Por ejemplo, en los templos no pueden entrar más de 200 personas. Para evitar aglomeraciones en los ingresos, para esta misa se limitó a 90.
Javier Romero