Mientras disminuyen las restricciones para viajar en todo el mundo, Ucrania permite la entrada para recoger a sus bebés nacidos de madres de alquiler.
Por eso los obispos greco católicos ucranianos han alzado la voz, después de que a mediados de mayo 46 recién nacidos fueran encontrados varados en un hotel de Kiev debido a la pandemia.
SVIATOSLAV SHEVCHUK
Arzobispo Mayor, Iglesia Greco-Católica Ucraniana
'Son bebés sin padres, sin afecto humano, bebés tratados como objetos del tráfico humano. Y es precisamente por la falta de legislación sobre maternidad subrogada o procreación asistida'.
El arzobispo mayor de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana dice que la maternidad subrogada es perjudica a los bebés y afecta la dignidad de la mujer. Explica que a menudo las mujeres con problemas financieros son buscadas por clínicas reproductivas y son presionadas para que firmen contratos para vender sus cuerpos con el fin de proporcionar niños a las parejas que pagan.
SVIATOSLAV SHEVCHUK
Arzobispo Mayor, Iglesia Greco-Católica Ucraniana
'Por cualquier razón que sea, una pareja que pidió un bebé de un vientre alquilado, puede negar cualquier responsabilidad. Puede abandonar a la mujer con el bebé. Es realmente desgarrador, porque este tipo de relación entre la mujer y los centros reproductivos es realmente una relación de esclavitud'.
Aunque este tema es muy controversial en Ucrania, dice que el problema se extiende más allá de sus fronteras, pues mayoritariamente son los extranjeros los que pagan por las madres de alquiler.
SVIATOSLAV SHEVCHUK
Arzobispo Mayor, Iglesia Greco-Católica Ucraniana
'Vivimos la cultura del descarte, como dice el Papa Francisco, la cultura de la muerte, como decía Juan Pablo II, y de una forma u otra forma estos centros seguirán buscando las maneras de satisfacer la demanda que surge de este tipo de culturas'.
Los obispos greco católicos de Ucrania exigen al gobierno que defienda la dignidad de las mujeres y los niños, empezando por promover una legislación que prohíba la maternidad subrogada.
CT
Traducción: Daniel Díaz Vizzi