Fabrizio Giaconella es un estudiante universitario de Roma. Forma parte de “Visionari”, el primer centro italiano que agrupa creativos para desarrollar proyectos tecnológicos de alto impacto social.
Uno de ellos es el “Proyecto COVID-19 FASE 2”, en el que imprimen viseras en 3D para distribuirlas entre los ciudadanos y apoyarlos a pasar a la fase 2 de la mejor manera posible.
FABRIZIO GIACONELLA
Estudiante
“La visera está compuesta por dos partes. La primera parte es esta, un cintillo impreso en 3D, está hecho de P.L.A. O T.P.U., aunque también se pueden utilizar otros materiales. La segunda parte es esta hoja de acetato que se encuentra en cualquier papelería, se hacen los encajes y se une”.
“Visionari” empezó a donar estas viseras a médicos, enfermeros y farmacéuticos, pero también a los comerciantes que iniciaron a reabrir sus negocios y a los ciudadanos.
Se trata de dispositivos prácticos y lavables con los que se puede disminuir el riesgo de contagio al COVID19.
FABRIZIO GIACONELLA
Estudiante
“Estas viseras sirven para prevenir el contagio de coronavirus a través de gotas de saliva o el sudor. Las donamos gratuitamente. Aunque no las podemos considerar como dispositivos medico-sanitario ya que no tenemos la certificación”.
Fabrizio explica que este proyecto nace de la necesidad de un grupo de jóvenes de ponerse manos a la obra y actuar frente a uno de los momentos más difíciles de la historia de Italia.
FABRIZIO GIACONELLA
Estudiante
“Están quienes crean cosas o colaboran para poner en obra sus estudios. Necesitamos estudiar, es un compromiso fundamental. A nosotros (los jóvenes) nos tocar recuperarnos de esta crisis económica en los próximos diez o veinte años”.
De momento Fabrizio junto a otros jóvenes de “Visionari” esperan llegar a fabricar unas 100.000 viseras para combatir la propagación de la pandemia. Incluso ofrecen la posibilidad de que aquellos que quieran ayudar lo hagan a través de visionari.org.
Daniel Díaz Vizzi