Mientras en muchos países el coronavirus sigue dejando un enorme rastro de víctimas, en otros se empieza a ver la luz al final del túnel y poco a poco están regresando a la normalidad.
Una fase delicada que para el general de los jesuitas no debe ser de “reconstrucción”.
ARTURO SOSA
Superior General de los Jesuitas
Yo por ejemplo evitaría la palabra “reconstrucción”, porque precisamente lo que no queremos es reconstruir lo que estaba. Creo que tenemos que entrar en una fase, y en eso estamos, en una fase más de autocrítica mundial, de entender lo que nos está enseñando esta crisis.
Arturo Sosa asegura que la pandemia ha puesto de manifiesto que el actual modelo económico hace que aumente la desigualdad; y que la parálisis económica ha hecho que las diferencias sociales aumenten todavía más.
ARTURO SOSA
Superior General de los Jesuitas
“Queremos, al contrario, que esto ayude, a decir: Hay posibilidad de otra manera de llevar la Economía”.
“Es mucho más fácil conseguir una vacuna al virus del coronavirus que al virus del egoísmo, de la guerra y de las posibilidades de tener una redistribución de la riqueza mucho más justa que la que hoy tenemos”.
El superior de los jesuitas dice que el desafío es para todos pues incluso la democracia podría convertirse en víctima de la pandemia.
ARTURO SOSA
Superior General de los Jesuitas
“¿Cómo se logra que una situación tan clara de ver las cosas de desigualdad lleve a una acción política, a una ciudadanía que se mueva en esa dirección?, ¿cómo se crece políticamente? Porque una de las víctimas del Covid puede ser la democracia. O puede ser un momento donde la democracia reconstruya sus bases más ciudadanas y pueda realmente crearse una presión, porque esto no se va a cambiar en dos días”.
Por otro lado, explica que la pandemia ha costado la vida de al menos 32 jesuitas, especialmente en EE.UU., Francia y Líbano.
Además, la Compañía de Jesús ha respondido con iniciativas a emergencias locales, muchas de ellas, muy valientes: por ejemplo, manteniendo comedores y escuelas abiertas, o ayudando a seguir las clases a niños que no tenían Internet.
Javier Martínez-Brocal