Como aún se deben evitar las multitudes, el Papa tuvo la audiencia general de esta semana en la misma biblioteca donde se reúne con jefes de Estado, y sin la compañía de peregrinos.
En su catequesis, meditó sobre cómo la Biblia habla de la oración de las personas sencillas.
Recordó que los primeros capítulos del Génesis recogen la difusión del mal y la violencia tras el pecado de Adán y Eva.
FRANCISCO
Sus ojos se abren y descubren que están desnudos. Sin nada. No olvidéis esto: el tentador es un mal pagador, paga mal.
Francisco recordó que mientras Caín asesinó a Abel por envidia, y la soberbia arruinó la Torre de Babel; había otros personajes que fueron capaces de rezar a Dios con sinceridad y de escribir de modo diferente el destino de la humanidad.
FRANCISCO
La oración siembra vida, la oración sencilla. Por eso es tan importante enseñar a los niños a rezar.
El Papa dijo que la primera oración es la señal de la cruz, y aconsejó ayudar a los niños a hacerla bien.
FRANCISCO
Me duele cuando encuentro a niños y dices: ‘Haced la señal de la cruz’. Y hacen esto, no saben cómo hacerla. Enseñadles a hacer la señal de la cruz, es la primera oración. Que los niños aprendan a rezar. Tal vez se les olvide o tomen otro camino, pero esa oración se les queda en el corazón, porque es una semilla de vida, la semilla del diálogo con Dios.
Antes de dar la bendición, el Papa recordó que esta semana se celebra la memoria de San Pablo VI. También, que este domingo es la fiesta de Pentecostés y por eso propuso prepararse bien para ese día.
JMB