El desafío medioambiental es uno de los grandes retos del siglo XXI y los campos de acción principales son tres.
1.- CAMBIO CLIMÁTICO
El mayor de ellos es calentamiento global. Según Greenpeace el aumento de la temperatura podría llegar a los 4.8ºC a final de siglo. Sus concescuencias serían catastróficas.
GIUSEPPE ONUFRIO
Director Ejecutivo Greenpeace (Italia)
“Se puede producir energía renovable pero no es fácil porque quien controla el mercado de las energías fósiles no está interesado. Hoy en el mundo, el mercado de las fuentes renovables supone unos 260 mil millones de euros al año. Solo los bancos invierten en combustibles fósiles; carbón, petróleo y gas, dos veces y medio esta cifra. Esto no es bueno, debemos cambiar esta situación”.
La escasez de agua potable sería una de las consecuencias más graves del calentamiento global.
El organismo de la ONU para la alimentación y agricultura, la FAO, advierte de que dentro de 5 años “dos tercios de la población mundial podrían estar viviendo en países con estrés hídrico”. Las consecuencias podrían ser catastróficas y, de hecho, el Papa también lo advierte.
FRANCISCO
“El agua no es gratis, como muchas veces pensamos. Será el grave problema que podría llevarnos a una nueva guerra”.
2.- DEVASTACIÓN DE LOS BOSQUES
El otro gran problema es la devastación de los bosques. En los últimos años, grandes incendios han surcado Australia, Siberia o California. El Amazonas, pulmón verde del planeta, sigue bajo amenaza constante.
GIUSEPPE ONUFRIO
Director Ejecutivo Greenpeace (Italia)
“Sobre la cuestión del Amazonas el Sínodo de octubre ha lanzado un grito de alarma junto a las comunidades indígenas que en este momento, mientras nosotros hablanos, están amenazadas. El gobierno de Brasil, aprovechando la pandemia, está favoreciendo su destrucción”.
3.- OCÉANOS
Los océanos se han convertido en vertederos de basura, sobre todo de plástico. Según Greenpeace la mala gestión de los residuos provoca que unos ocho millones de toneladas de plásticos acaben en los mares y océanos anualmente. En total forman entre el 60 y el 80% de la basura marina y las consecuencias son imprevisibles.
Javier Romero