Desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, el Papa Francisco continuó su catequesis sobre la oracíon. Reflexionó sobre el misterio de la creación. Advirtió contra la tentación de perderse en la contemplación de las maravillas del universo sin pensar en el significado de la existencia propia.
FRANCISCO
Y en esta inmensidad sin límites, ¿qué es el hombre? Casi nada. Dice otro salmo: un ser que nace, un ser que muere, una criatura muy frágil. Y a pesar de eso, en todo el universo, el ser humano es la única criatura consciente de tal profusión de belleza.
El Papa Francisco dijo que la belleza de la vida puede ser de ayuda para que las personas se abran a la oración. Dijo que quien reza resiste mejor las dificultades.
FRANCISCO
Si los sucesos de la vida, con todas sus amarguras, pueden hacernos correr el riesgo de ahogar en nosotros el don de la oración, basta contemplar un cielo estrellado, un atardecer, una flor... para volver a encender la chispa del agradecimiento.
El Papa dijo que la vida es un don de Dios, demasiado breve como para malgastarla en tristezas.