San Pedro ha reabierto al público tras más de dos meses cerrada. Carteles en el exterior indican las medidas que se deben seguir para entrar: mascarilla, distancia de 1 metro y desinfectante para las manos.
Los peregrinos deben seguir la fila, y detenerse en las marcas amarillas o en los círculos rojos, que indican las distancias de prudencia.
Voluntarios de la Orden de Malta miden la fiebre, para asegurarse de que no entre ningún posible enfermo.
Una vez dentro, las capillas laterales acogían a los visitantes tras más de dos meses vacías. Quizá la más visitada era la que custodia la tumba de Juan Pablo II, pues la reapertura coincidió con el centenario de su nacimiento.
En la capilla dedicada a la Cátedra de San Pedro, un coro acompañaba el rezo del rosario del cardenal Angelo Comastri, que es arcipreste de esta basílica.
Y mientras los primeros peregrinos admiraban las esculturas y la belleza de este lugar, en el exterior, barreras de madera impiden circular por la plaza.
La plaza se cerró improvisamente el 10 de marzo. Ahora, poco a poco, intenta también volver a la normalidad, con todas las precauciones.