El británico Edward Jenner vivió entre los siglos XVIII y XIX y es considerado el “padre de la inmunología”. A él se atribuye el descubrimiento de la vacuna contra una de las peores enfermedades del momento: la viruela.
Era un hombre de profundas convicciones religiosas, al igual que Louis Pasteur, quien vivió en el siglo XIX. A él se le atribuye la vacuna contra la rabia y frases como: “un poco de ciencia aleja de Dios, pero mucha ciencia devuelve a Él”.
A pesar vivir en épocas marcadas por el iluminismo y la contraposición ciencia – fe, no renegaron de sus convicciones religiosas. Es más, era un apartado importante en sus vidas y su aportación a la Ciencia contribuyó a salvar millones de vidas.
En el siglo XX otros investigadores creyentes hicieron importantes aportaciones a la ciencia. Uno de ellos fue Jérôme Lejeune, descubridor del síndrome de Down, que está en proceso de beatificación.
BIRTHE LEJEUNE
Mujer de Jérôme Lejeune (Marzo 2014)
“Mi marido era muy, muy católico pero discreto. No hacía grandes alardes de su fe. Rezaba, pero no era un hombre al que le gustara mostrarse así al público”.
Otro fue el sacerdote belga, Georges Lemaître, descubridor del Big Bang o la teoría de la expansión del universo.
Javier Romero