A lo largo de estos años, Francisco ha explicado con gestos y palabras que la misión de la Iglesia es mostrar la misericordia de Dios.
Lo dijo ya desde su primer ángelus, pocos días después de su elección.
FRANCISCO
“Dios nos comprende, nos espera, no se cansa de perdonarnos si sabemos volver a Él con el corazón arrepentido”.
“No olvidéis esto: el Señor no se cansa nunca de perdonarnos. Somos nosotros que nos cansamos de pedir perdón”.
Francisco ha sido el primer Papa que se confiesa en público…
…y ha también confesado a muchas personas, tanto en Roma como en sus viajes.
En 2015 decidió convocar un jubileo centrado en la Misericordia de Dios.
FRANCISCO
“Estoy convencido de que toda la Iglesia, que tiene necesidad de recibir la misericordia porque somos pecadores, encontrará en este Jubileo la alegrí¬a para redescubrir y hacer fecunda la misericordia de Dios, con la cual todos somos llamados a consolar a cada hombre y cada mujer de nuestro tiempo”.
El Papa explica que la misericordia de Dios no significa quitar importancia a nuestros pecados, sino dejarse curar las heridas en la confesión.
FRANCISCO
“La misericordia hace eso con nosotros: No nos “pinta” desde fuera una cara de buenos, no nos hace el “Photoshop” sino que, con los mismos hilos de nuestras miserias, - ¡con esos, y con los de nuestros pecados, con esos! -, tejidos con el amor del Padre que teje de tal manera nuestra alma que recupera su verdadera imagen, la de Jesús”.
En Polonia, durante un viaje dedicado a Juan Pablo II y a la devoción a la Divina Misericordia, el Papa explicó que el perdón de Dios debe ayudar a las personas a perdonar y a ser compasivos con los demás.
FRANCISCO
“¿Sois capaces de soñar? Cuando el corazón está abierto y es capaz de soñar hay espacio para la misericordia, hay espacio para acariciar a los que sufren, hay espacio para ponerse junto a los que no tienen paz en el corazón o les falta lo necesario para vivir”.
Francisco recuerda que dejarse perdonar por Dios significa también perdonar a las personas que nos han hecho daño, y no cultivar rencor.
FRANCISCO
“Dios pierde la memoria de las terribles historias de tantos pecadores, de nuestros pecados. Nos perdona y sigue adelante. Pero nos pide sólo esto: “Haz lo mismo: aprende a perdonar, no cargues con esta cruz infecunda del odio, del rencor, del 'me la vas a pagar'”.
La otra cara de la misericordia es la caridad.
Los gestos del Papa con las personas necesitadas han ayudado a muchas personas a percibir la bondad de Dios.