La pandemia está marcando nuestro presente, pero también da lecciones para el futuro. De lo que decidamos hoy, dependen muchas cosas.
Por eso, los 163 miembros de la Pontificia Academia por la Vida han preparado un ambicioso documento con pistas de cómo movernos en ese nuevo mundo.
Su propuesta se llama “Pandemia y Fraternidad Universal”.
MONS. VINCENZO PAGLIA
Pontificia Academia por la Vida
“Nos hemos quedado encerrados en casa, no sólo por nosotros mismos, sino para proteger a los demás: hay un vínculo que nos une, como muchas familias en una única familia universal. Y esta es una gran lección que debemos aprender y remarcar cuando pase el virus”.
Vincenzo Paglia preside la Pontificia Academia por la Vida. Explica que la pandemia está mostrando los devastadores efectos del individualismo, ya que el mejor antivirus es la solidaridad.
MONS. VINCENZO PAGLIA
Pontificia Academia por la Vida
“La única vía para descubrir el mañana es un nuevo vínculo entre todos. Por eso, ya hemos comenzado esta nueva fase”.
Recuerda que el personal sanitario, los voluntarios, los médicos y las religiosas que atienden a enfermos están mostrando la actitud necesaria para reconstruir la sociedad.
MONS. VINCENZO PAGLIA
Pontificia Academia por la Vida
“Estas personas han afrontado el peligro de contagiarse, no por el salario mensual, sino por la pasión por curar”.
“Nos enseñan que, sin pasión, sin dar la vida por otros, algunos la han dado incluso físicamente, el mundo no sale adelante”.
El documento “Pandemia y Fraternidad Universal” afronta muchas cuestiones, pero muestra que la primera piedra del mañana es la fuerza de las relaciones humanas.
Un buen punto de partida.
