Durante la homilía de su Misa en Casa Santa Marta, el Papa Francisco dijo que “el discipulado es la verdadera identidad del cristiano”.
FRANCISCO
La identidad cristiana no es una tarjeta que dice 'Soy cristiano', una tarjeta de identidad: no. Es el discipulado. Tú, si permaneces en el Señor, en la Palabra del Señor, en la vida del Señor, serás un discípulo. Si no te quedas, serás uno que simpatiza con la doctrina, que sigue a Jesús como un hombre que hace tanta caridad.
Por lo tanto, explicó que “este es el camino que Jesús nos muestra para la libertad y también para la vida. Y el discipulado es la unción que reciben los que permanecen en el Señor”.
TEXTO DE LA HOMILÍA EN ESPAÑOL
(Fuente: Vatican News)
En estos días, la Iglesia nos hace escuchar el capítulo octavo de Juan: hay una discusión tan fuerte entre Jesús y los Doctores de la Ley. Y sobre todo, hay un intento de mostrar la propia identidad: Juan intenta acercarnos a esa lucha por aclarar la propia identidad, tanto la de Jesús como la de los médicos. Jesús los pone en un rincón mostrándoles sus contradicciones. Y ellos, al final, no encuentran otra salida que el insulto: es una de las páginas más tristes, es una blasfemia. Insultan a Nuestra Señora, la Virgen Santa.
Pero hablando de identidad, Jesús dijo a los judíos que habían creído, les aconsejó: 'Si permanecéis en mi palabra, sois verdaderamente mis discípulos'. Volvió a esa palabra tan querida por el Señor que la repitió muchas veces, y luego en la cena: 'Quédate'. 'Permanece en mí'. Permanece en el Señor. No dice: 'Estudia bien, aprende bien los argumentos': lo da por sentado. Pero va a lo más importante, lo que es más peligroso para la vida, si no lo haces: quedarte. 'Permanezcan en mi palabra'. Y aquellos que permanecen en la palabra de Jesús tienen su propia identidad cristiana. ¿Y cuál es? 'Ustedes son verdaderamente mis discípulos'. La identidad cristiana no es una tarjeta que dice 'Soy cristiano', una tarjeta de identidad: no. Es el discipulado. Tú, si permaneces en el Señor, en la Palabra del Señor, en la vida del Señor, serás un discípulo. Si no te quedas, serás uno que simpatiza con la doctrina, que sigue a Jesús como un hombre que hace tanta caridad, es tan bueno, que tiene los valores correctos, pero el discipulado es la verdadera identidad del cristiano.
Pido al Señor que nos haga conocer esta sabiduría para que permanezcamos en Él y nos haga conocer esa familiaridad con el Espíritu: el Espíritu Santo nos da libertad. Y esta es la unción. El que permanece en el Señor es un discípulo, y el discípulo es un ungido, un ungido por el Espíritu, que ha recibido la unción del Espíritu y la lleva a cabo. Este es el camino que Jesús nos muestra para la libertad y también para la vida. Y el discipulado es la unción que reciben los que permanecen en el Señor.
Que el Señor nos haga comprender esto que no es fácil: porque los doctores no lo entendieron, no se entiende sólo con la cabeza; se entiende con la cabeza y el corazón, esta sabiduría de la unción del Espíritu Santo que nos hace discípulos.
Daniel Díaz Vizzi