Esta fue la primera cuaresma de Francisco como Papa.
Allí explicó que este periodo es un momento de apertura a las personas, y que para conseguirlo hay que conjugar tres elementos: oración, ayuno y limosna.
FRANCISCO
“Todas ellas conllevan la necesidad de no dejarse dominar por las apariencias. Lo que cuenta no es la apariencia. El valor de la vida no depende de la aprobación de los demás o del éxito, sino de lo que tenemos dentro”.
En 2015 habló de la tentación de instrumentalizar las buenas obras.
FRANCISCO
“Cuando se hace algo bueno, casi instintivamente nace en nosotros el deseo de ser queridos y admirados por esta buena acción, para sentir una satisfacción. Jesús nos invita a cumplir estas obras sin hacer ninguna ostentación y confiar únicamente en la recompensa del Padre”.
En 2016 era el Jubileo de la Misericordia, y presidió la ceremonia del miércoles de ceniza en San Pedro. Esta vez invitó a reconocer los propios pecados, para dejarse curar por Dios.
FRANCISCO
“Que la Cuaresma sea un tiempo beneficioso de poda de la falsedad, de la mundanidad, de la indiferencia: para no pensar que todo va bien si yo estoy bien: para entender que lo que cuenta no es la aprobación, la búsqueda del éxito o el consenso sino la limpieza del corazón”.
En 2017, dijo que la Cuaresma ayuda a escapar de la hipocresía y a practicar de corazón el ayuno, la limosna y la oración.
FRANCISCO
“La Cuaresma es el tiempo de decir 'No': No, a la asfixia de una oración que nos tranquilice la conciencia; de una limosna que nos deje satisfechos; de un ayuno que nos haga sentir que hemos cumplido”.
La propuesta de 2018 contenía tres verbos para vencer la desconfianza, la apatía y la resignación. Se trata de detenerse, mirar y volver.
FRANCISCO
“Detente de ese mandamiento de vivir acelerado que dispersa, divide y termina destruyendo el tiempo de la familia, el tiempo de la amistad, el tiempo de los hijos, el tiempo de los abuelos, el tiempo de la gratuidad... el tiempo de Dios. Mira y contempla el rostro concreto de Cristo crucificado por amor a todos y sin exclusión. ¿A todos? Sí, a todos. ¡Vuelve!, sin miedo, este es el tiempo oportuno para volver a casa; a la casa del Padre mío y Padre vuestro. Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón... Permanecer en el camino del mal es sólo fuente de ilusión y de tristeza”.
En 2019 pidió detenerse para considerar cuáles son las cosas importantes de la propia vida.
FRANCISCO
“La ligera capa de ceniza que recibiremos es para decirnos, con delicadeza y sinceridad: de tantas cosas que tienes en la mente, detrás de las que corres y te preocupas cada día, nada quedará”.
Este año, el Papa ha recordado que cambiar de vida es darse cuenta de que Dios quiere que vivamos una vida plena.
FRANCISCO
“Si vivo solo para traer algo de dinero a casa y divertirme, para buscar algo de prestigio, para hacer un poco de carrera, vivo del polvo. Si juzgo mal la vida solo porque no me toman suficientemente en consideración o no recibo de los demás lo que creo merecer, sigo mirando el polvo”.
En definitiva, las homilías de Francisco del miércoles de ceniza tienen en común la profundidad espiritual con la exigencia a las personas.
JMB