En su homilía en Casa Santa Marta, Francisco ha recordado que el Dios de los cristianos es un Dios cercano. No es un gobernador distante o un dictador que prescribe sus normas, sino un padre que acompaña a su pueblo.
Por eso, el Papa pide a las personas que imiten este modo de hacer de Dios, que es cercano.
FRANCISCO
“Y en este momento de crisis por la pandemia que estamos viviendo, se nos pide manifestar aún más esta cercanía, que la mostremos más. No podemos, tal vez, acercarnos físicamente por miedo al contagio, pero sí podemos despertar en nosotros una actitud de cercanía entre nosotros: con la oración, con la ayuda, muchas formas de cercanía”.
Francisco dice que esa cercanía es un don que puede pedirse a Dios y que también se manifiesta haciéndose cargo de los problemas y de la situación de los demás.