Aunque el Vicariato de Roma siguió la línea restrictiva impulsada por el gobierno italiano y decidió cerrar las iglesias al público, el Papa Francisco sugirió dar marcha atrás y pidió un esfuerzo para permanecer cerca de las personas.
FRANCISCO
Las medidas drásticas no siempre son buenas. Por esto recemos para que el Espíritu Santo dé a los pastores la capacidad y el discernimiento pastoral para que adopten medidas que no dejen solos al Santo Pueblo Fiel de Dios.
Aunque en Roma se mantienen canceladas las Misas públicas, las bodas y los funerales se celebran con una breve oración, exclusivamente las parroquias permanecen abiertas.
Esto no aplica a las grandes basílicas como San Pedro, que a 7 años de la elección de Francisco como Papa, presenta un escenario radicalmente distinto. Este espacio abarrotado de personas en 2013, es reinado por un silencio absoluto en 2020.
Daniel Díaz Vizzi
