El Vaticano amplió las medidas para evitar la propagación del coronavirus: Cerró la Limosnería Apostólica, la oficina encargada de ayudar a los necesitados.
En estos momentos difíciles ha puesto a disposición el número personal del llamado “limosnero del Papa”, el cardenal Konrad Krajewski y las solicitudes de ayuda podrán ser enviadas por correo postal.
Roma se adapta a las medidas del gobierno para contener la pandemia. Incluso, las misas públicas están suspendidas en el corazón de la cristiandad. Aunque no es una excusa para no rezar.
MARÍA TERESA
Turista
“Aunque hay ambiente apocalíptico, nosotros venimos a rezar por nuestro hijo que está en terapia intensiva sufriendo de un virus, aunque no es el coronavirus”.
MARÍA ISABEL
Turista
“Esto es algo surreal. De verdad que es insólito pensar que no podemos entrar al Vaticano, no podemos ir a Misa, que está todo cerrado. Las medidas de seguridad son bastante fuertes”.
Entre ellas, las fuerzas del orden aseguran que los que no tienen un motivo justificado para estar en las calles se queden en sus casas.
Daniel Díaz Vizzi