San Luis de los Franceses es la primera iglesia en la Ciudad Eterna que ha tenido que cerrar debido a la epidemia de coronavirus.
La embajada francesa decidió echar el cerrojo cuando uno de sus sacerdotes, que había estado en Roma hasta mediados de febrero, dio positivo al virus al regresar a París.
Un día después del cierre, decidieron que volverá a abrir el miércoles 4 de marzo, pues las autoridades sanitarias aseguran que no hay riesgo de contagio.
La decisión de suspender sus misas y visitas fue una enorme decepción para los amantes de Caravaggio, que esperaban admirar las obras maestras que custodia esta iglesia.
PAUL MURPHY
Profesor de Historia, Universidad John Carroll
“He venido con mis alumnos de la Universidad John Carroll. Esta iglesia tiene tres Caravaggios preciosos. Es una pena tener que marcharnos sin verlos. Pero así es la vida. Estamos en un mundo donde el coronavirus se mueve rápidamente, y es una experiencia de aprendizaje estar en una ciudad que debe afrontar esta situación”.
Mientras que muchos turistas pasaban por allí de casualidad, otros habían programado la visita antes de llegar a Roma.
“Quería que viera los Caravaggios. No sé. Es absurdo cerrar, porque todas las demás iglesias están abiertas”.
Y aunque a muchos les dolió la decisión, algunos prefirieron mirarla con optimismo.
“Bueno, vamos a seguir caminando. Iremos a ver otras iglesias. Hay muchas en Roma. No es problema. Pero creo que no deberían entrar en pánico por el coronavirus. Es sólo una enfermedad, podemos soportarlo”.
Por suerte para estos turistas, las obras de Caravaggio les esperarán cuando vuelvan a Roma.