El clima mejora en la Ciudad Eterna y las Audiencias Generales del Papa vuelven a la Plaza de San Pedro.
El recorrido de Francisco a bordo del Papamóvil, ésta vez fue un poco más rápido de lo habitual. Pero no fue una limitante para que éste grupo de mexicanos enviara un energético mensaje.
Rezamos por ti, rezamos por ti Santo Padre, rezamos por ti... (El Papa dice más con la mano, vuelve a mover la mano diciendo más y termina diciendo OK con la mano).
Aunque en esta oportunidad el Papamóvil no se detuvo, antes de iniciar su catequesis se volvió a saludar a esta pequeña.
En la plaza se pudo ver a varias personas con mascarillas. Unas de las medidas de precaución ante la epidemia del coronavirus. Francisco envió un mensaje a los enfermos durante su catequesis.
FRANCISCO
Deseo enviar, nuevamente, mi cercanía a los enfermos por el coronavirus y a los agentes sanitarios que los atienden, también a las autoridades civiles y a todos los que están trabajando para atender a los enfermos y controlar el contagio.
Ya en su catequesis, el Papa reflexionó sobre el inicio de la cuaresma. Hizo referencia al ejemplo de Jesús al pasar durante 40 días y 40 noches en el desierto. Explicó que la cuaresma es un tiempo para “hacer silencio en el corazón”.
FRANCISCO
Cuando era niño no existía la televisión, pero estaba la costumbre de no escuchar la radio durante la cuaresma. Es el desierto. La Cuarema es el tiempo (la cuaresma) para renunciar, desconectarse del celular y conectarnos al Evangelio. Es el tiempo para renunciar a palabras inútiles, a los chismes.
Durante la cuaresma, el Papa exhortó a profundizar en la práctica de la caridad y a no dejarse llevar por la violencia verbal.
FRANCISCO
Hoy se insulta como si se dijera 'Buenos días'. Estamos sumergidos en palabras vacías, de publicitad de mensajes subliminales. Estamos habituados a escuchar todo de todos y corremos el riesgo de sumergirnos en una realizad que nos daña el corazón.
Además, llamó a cuidar a las personas que tenemos a nuestro alrededor e invitó a ayunar de las cosas superficiales para contemplar a lo esencial.
Daniel Díaz Vizzi