Cientos de personas recibieron así al Papa en el Aula Pablo VI minutos antes de que comenzara su audiencia general. Llevaban pancartas, cartas e incluso flores...
En su catequesis Francisco explicó la frase de Jesús “Bienaventurados los mansos”, y reflexionó sobre qué hay detrás de las personas amables, gentiles y que rechazan la violencia.
FRANCISCO
“La mansedumbre se manifiesta en momentos de conflicto, al ver cómo se reacciona ante una situación hostil. Cualquiera puede parecer manso cuando todo está tranquilo, pero ¿cómo se reacciona bajo presión, cuando se sufre un ataque, una ofensa o una agresión?”.
El Evangelio dice que los mansos “heredarán la tierra”. El Papa explicó qué significa esta promesa.
FRANCISCO
“Esa tierra es una promesa y un regalo para el pueblo de Dios, y se convierte en un signo de algo mucho más grande y más profundo que un simple territorio. Hay una 'tierra' – permitidme el juego de palabras - que es el Cielo, o sea, la 'tierra' hacia la que caminamos”.
El Papa dijo que los mansos no son cobardes, sino que protegen su herencia con valentía, buscando a Dios.
FRANCISCO
“Una persona mansa no es alguien complaciente, sino que es un discípulo de Cristo que ha aprendido a defender algo más que una tierra: defiende su paz, defiende su relación con Dios y sus dones, cuidando la misericordia, la fraternidad, la confianza y la esperanza”.
El Papa Francisco dijo que los mansos son dignos de confianza, se abren a los demás y son misericordiosos con ellos, en lugar de vengativos. Dijo que entienden en lo más profundo que son hijos de Dios.