En Venezuela llenar la cesta de la compra de una familia para un mes ronda los 300 dólares mientras que el salario de un trabajador, en muchas ocasiones, no supera ni los 5 dólares.
JAVIER MENÉNDEZ ROS
Director, Ayuda a la Iglesia Necesitada España
“Es ahora mismo uno de los países que está sufriendo una mayor crisis humanitaria: crisis de refugiados, crisis de valores, crisis política y crisis que está afectando a todos los estratos de la sociedad. Ayuda a la Iglesia Necesitada no podía hacer otra cosa que volcarse con este país y con la Iglesia de este país, que está siendo una Iglesia auténticamente samaritana con los más desfavorecidos y los más necesitados”.
Un ejemplo de ese trabajo que apoya Ayuda a la Iglesia Necesitada son estos comedores, prácticamente presentes en todas las parroquias venezolanas. Los sacerdotes son una mano siempre tendida que nunca desfallece. Uno de elllos es el padre Ángel Colmenares, sacerdote en Catia la Mar, muy cerca de Caracas.
“La Iglesia sufre con su pueblo. A pesar de la pésima situación en Venezuela, he decidido ser sacerdote para servir a mi país”.
Otro ejemplo de la labor incesante de la Iglesia es este comedor parroquial de San Sebastián de Maiquetía. Aquí comen 150 personas entre ancianos, niños, padres y personas discapacitadas. En agosto de 2016 solo atendían los lunes pero ahora lo hacen 5 días a la semana.
Ayuda a la Iglesia Necesitada apoya a más de 1200 sacerdotes de todo el país, porque ayudarles significa ayudar a que cientos de familias puedan comer adecuadamente al menos una vez al día.
JAVIER MENÉNDEZ ROS
Director, Ayuda a la Iglesia Necesitada España
“Los sacerdotes, especialmente, están siendo los artífices de muchísimas obras de ayuda social a través de “ollas solidarias”, de comedores, de atender a los más necesitados, de volcarse con el pueblo cuando más lo necesita, de escuchar a las personas y, por supuesto, de su labor fundamental de celebrar los sacramentos por ellos. Sostener a los sacerdotes es sostener en este momento la labor caritativa de la Iglesia en Venezuela y eso lo hacemos a través de estipendios de misa”.
El trabajo de las religiosas también es ingente. Estas Misioneras Eucarísticas de Nazaret gestionan un comedor y un centro de formación para mujeres, para que con un oficio puedan ganarse la vida. Prestan una ayuda material y espiritual incondicional.
Ayuda a la Iglesia Necesitada las apoya a ellas, a los sacerdotes y también a los jóvenes a través de las parroquias. De los 4 millones de personas que se han marchado de Venezuela a causa de la crisis la mayor parte son jóvenes. Por eso, la Iglesia venezolana se ocupa especialmente de ellos, para que no pierdan la esperanza y puedan ser los artífices de un mañana mejor para Venezuela.
Ángeles Conde.