Durante el Ángelus el Papa reflexionó sobre la luz y la sal, dos figuras mencionadas en el Evangelio del domingo. Dijo que los cristianos deben ser como la sal porque realiza una función importante con discreción, sin buscar la fama.
FRANCISCO
El discípulo está llamado a alejar de la sociedad los peligros, los gérmenes corrosivos que contaminan la vida de las personas. Se trata de resistir al degrado moral, al pecado, dando testimonio de los valores de la honestidad y la fraternidad, sin caer en las tentaciones mundanas de hacer carrera, del poder, de la riqueza.
El Papa dijo que los cristianos también están llamados a ser luz del mundo, a no esconder su fe a causa del temor a la opresión o a la violencia.
Después del Ángelus, el Papa habló del drama del tráfico de personas. Pidió a las empresas de tecnología que impidan a organizaciones delictivas que usen Internet para atrapar a las víctimas.
FRANCISCO
Para sanar esta llaga, porque es una verdadera llaga, que explota a los más débiles, es necesario el compromiso de todos: autoridades, asociaciones e instituciones educativas.
Francisco volvió a lanzar un llamamiento a la comunidad internacional para ayudar en la crisis de Siria.
FRANCISCO
Siguen llegando noticias dolorosas del noroeste de Siria, en particular sobre las condiciones de muchas mujeres y niños, de personas obligadas a huir a causa del aumento de operaciones militares.
El Papa pidió a los peregrinos presentes rezar juntos por el país.
Claudia Torres
Traducción: Javier Romero